octubre 2024

Vino azul

¿Sabías que… hay vinos azules?

En los últimos años, el vino azul ha ganado popularidad en el mercado. Desde su llamativo color hasta su frescura y originalidad, ha logrado despertar la curiosidad tanto de aficionados como de críticos de la industria vinícola.

¿QUÉ ES EL VINO AZUL?

El vino azul es una bebida de base vinícola que se caracteriza por su color azul vibrante. A diferencia de los vinos tradicionales, que presentan tonalidades de rojo, blanco o rosado, el vino azul se distingue por su aspecto único. Esta particularidad ha llevado a algunos a catalogarlo como una bebida diferente del vino convencional, aunque su proceso de elaboración sigue, en gran medida, los mismos principios básicos de la vinificación.

ORIGEN

La creación del vino azul es relativamente reciente y surge en el contexto de la innovación y la experimentación dentro de la industria vitivinícola. La empresa Gïk Live, fundada en España en 2016, fue pionera en la producción del vino azul con el objetivo de desafiar las normas tradicionales del sector. Este vino, cuyo color fue conseguido a través de la mezcla de uvas tintas y blancas y la adición de un pigmento natural, fue un experimento que combinaba la tecnología, el diseño y la pasión por el vino.

¿POR QUÉ AZUL?

El color azul fue elegido principalmente por su asociación con conceptos de libertad, creatividad y novedad. Los fundadores de Gïk Live querían crear una bebida que rompiera los paradigmas y resultara visualmente impactante. Según el equipo de Gïk, el color azul también está relacionado con el cambio y representa una ruptura con lo establecido, valores que la marca intenta reflejar en su propuesta.

¿CÓMO SE PRODUCE EL VINO AZUL?

El proceso de elaboración del vino azul es similar al de cualquier otro vino, con algunas diferencias clave en la fase de coloración.

SELECCIÓN DE LAS UVAS

En general, el vino azul puede producirse a partir de una variedad de uvas tanto blancas como tintas. En el caso de Gïk, la marca utiliza una mezcla de uvas de diversas regiones vitivinícolas de España, seleccionando específicamente las que ofrecen mejores características en cuanto a sabor y frescura.

FERMENTACIÓN

La fermentación del vino azul sigue los mismos principios que cualquier vino: las uvas se maceran y fermentan para convertir los azúcares en alcohol. Este proceso puede durar entre una y tres semanas, dependiendo del tipo de uvas y del perfil de sabor que se desee lograr.

COLORACIÓN

Lo que realmente distingue al vino azul de otros vinos es la adición de un pigmento natural llamado **antocianina**, que se encuentra en la piel de las uvas tintas y que tiene una tonalidad azulada. Además, en algunos casos se añade un pigmento llamado **índigo** (extraído de ciertas plantas), para intensificar y estabilizar el color. Es importante señalar que estos aditivos son naturales y están permitidos por las normativas de seguridad alimentaria de la Unión Europea.

AJUSTE DE SABOR

Para darle un sabor suave y ligero, los fabricantes de vino azul suelen optar por un perfil ligeramente dulce. Se pueden agregar edulcorantes naturales, como el mosto de uva o el jarabe de fructosa, para suavizar la acidez y hacer que el vino sea más accesible al paladar de un público joven.

¿ES REALMENTE VINO?

La clasificación del vino azul como «vino» ha sido objeto de debate. La legislación vinícola en algunos países, como Francia o Italia, establece normas estrictas sobre lo que puede etiquetarse como vino, y en muchos casos, el uso de colorantes está prohibido. Como resultado, el vino azul a veces se considera una «bebida aromatizada a base de vino». Sin embargo, en muchos otros lugares, como España, sigue considerándose vino, dado que el proceso de producción cumple con los requisitos básicos de la vinificación y sus ingredientes son naturales.

CARACTERÍSTICAS DEL VINO AZUL

El vino azul presenta varias características que lo diferencian de otros vinos. A continuación, destacamos algunos de sus aspectos más llamativos:

APARIENCIA

Su color azul intenso es el rasgo más distintivo. Esta particularidad visual ha sido clave para su éxito en redes sociales, convirtiéndolo en una bebida fotogénica y atractiva para un público joven que disfruta de compartir experiencias en plataformas digitales.

SABOR

El vino azul tiene un sabor fresco y afrutado, con un toque ligeramente dulce. En términos de cuerpo, suele ser ligero y fácil de beber, ideal para aquellos que buscan una opción menos compleja que el vino tinto o blanco tradicional.

AROMA

El aroma del vino azul suele ser fresco y afrutado, similar a otros vinos jóvenes. Los aromas pueden variar según el tipo de uva utilizada, pero en general, se pueden encontrar notas de frutas tropicales y toques florales.

GRADUACIÓN ALCOHÓLICA

La mayoría de los vinos azules tienen una graduación alcohólica de entre 11% y 12%, similar a los vinos blancos o rosados de estilo joven.

MARIDAJE

El vino azul es una bebida versátil que se adapta bien a una amplia variedad de comidas. Gracias a su perfil afrutado y su frescura, resulta ideal para acompañar aperitivos ligeros y platos frescos. A continuación, algunos maridajes recomendados:

  • Pescados y Mariscos.- Su frescura y acidez equilibrada lo hacen perfecto para acompañar pescados y mariscos, como ceviches, sushi o mariscos a la parrilla.
  • Ensaladas.- Las ensaladas con frutas frescas o quesos ligeros se complementan bien con el sabor afrutado del vino azul.
  • Aperitivos.- Combina perfectamente con tapas y aperitivos como quesos frescos, aceitunas y embutidos suaves.
  • Postres.-  Para los amantes de los dulces, el vino azul es un excelente acompañante de postres ligeros, especialmente aquellos a base de frutas o chocolate blanco.

¿Por Qué Genera Controversia el Vino Azul?

Desde su lanzamiento, el vino azul ha sido objeto de críticas y controversia en la industria vinícola. Algunos puristas consideran que el vino azul no es más que una moda pasajera que no respeta la tradición del vino. Otros lo ven como un producto artificial y critican la adición de colorantes, a pesar de que estos sean de origen natural.

Cuestiones de Tradición y Autenticidad

La industria vinícola ha estado históricamente basada en la tradición y la artesanía, y muchos productores y enólogos creen que el vino azul representa una ruptura innecesaria con estas tradiciones. Consideran que la adición de colorantes es una forma de «desnaturalizar» el vino y que su popularidad es meramente el resultado de una moda visual.

El Papel del Marketing

Otro aspecto que genera desconfianza es el marketing. El vino azul ha sido promocionado en gran medida a través de redes sociales, campañas dirigidas a un público joven y estrategias que apelan a lo visual. Esto ha llevado a algunos críticos a argumentar que el éxito del vino azul está más ligado al marketing que a sus méritos enológicos.

El Impacto del Vino Azul en la Industria Vinícola

A pesar de las críticas, el vino azul ha tenido un impacto significativo en la industria vinícola, especialmente al atraer a nuevos consumidores que pueden sentirse intimidados por el mundo del vino tradicional. Su éxito ha incentivado a otros productores a experimentar con colores y sabores inusuales, creando un espacio para la innovación en el mercado.

Nuevos Consumidores

Uno de los mayores logros del vino azul ha sido atraer a una nueva generación de consumidores que quizás no habrían mostrado interés en el vino tradicional. Al ofrecer una experiencia visual y gustativa diferente, el vino azul ha logrado abrir la puerta a quienes buscan algo fuera de lo común y disfrutar de una bebida que se aleja de lo tradicional.

Inspiración para Nuevas Propuestas

El vino azul ha demostrado que existe un mercado para vinos y bebidas a base de vino que experimentan con el color y los sabores. Esto ha llevado a que otros productores busquen innovar, experimentando con colores rosados intensos, naranjas y verdes, entre otros.

Futuro del Vino Azul: ¿Moda o Tendencia?

El futuro del vino azul es incierto. Algunos expertos predicen que podría ser una moda pasajera, mientras que otros creen que ha marcado el comienzo de una nueva tendencia en la industria. Lo que es seguro es que ha abierto un debate sobre la flexibilidad de las normas vinícolas y ha demostrado que los consumidores están dispuestos a experimentar con opciones diferentes a las convencionales.

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Manchuela, “vino de Influencia”

Mapa de situación de la D.O. ManchuelaEstá situada entre los ríos Júcar y Cabriel, abarca parte de las provincias de Cuenca y Albacete en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Esta DO fue reconocida oficialmente en 2000 y desde entonces ha destacado por la calidad de sus vinos, que combinan tradición y modernidad en una tierra con características únicas.

Tierra

La calidad y características de los vinos están profundamente influenciadas por la composición del suelo de la región. Los viñedos se encuentran principalmente a una altitud que oscila entre los 600 y 1,000 metros sobre el nivel del mar, lo cual proporciona un clima adecuado para el cultivo de la vid. Los suelos predominantes en la región son de tres tipos principales:

  1. Suelos Calcáreos: Estos suelos son ricos en carbonato de calcio y proporcionan un buen drenaje, lo que evita el exceso de agua y facilita la concentración de azúcares y compuestos aromáticos en las uvas. Son especialmente adecuados para variedades que buscan alta calidad, como la Bobal y la Cencibel (Tempranillo).
  2. Suelos Arenosos: Estos suelos son ligeros y bien aireados, lo que favorece el crecimiento de las raíces y una maduración uniforme de las uvas. Su baja fertilidad ayuda a controlar el vigor de la planta, permitiendo una mejor concentración de compuestos fenólicos.
  3. Suelos Arcillosos: Aunque menos predominantes, los suelos arcillosos retienen más agua y nutrientes, lo que es beneficioso en las áreas más secas de la DO. Estos suelos aportan una mayor estructura a los vinos, especialmente en las variedades tintas.

La diversidad de suelos permite una adaptación óptima de las diferentes variedades de uva, lo cual contribuye a la riqueza y complejidad de los vinos producidos en esta denominación de origen.

Clima

El clima es continental, con influencias mediterráneas debido a su proximidad al mar Mediterráneo. Este tipo de clima se caracteriza por inviernos fríos y veranos calurosos, con una gran amplitud térmica entre el día y la noche. Esta variación de temperaturas favorece la acumulación de compuestos aromáticos en las uvas y una maduración lenta, lo cual es ideal para producir vinos equilibrados y con buena acidez.

Las precipitaciones anuales son moderadas, oscilando entre los 400 y 600 mm, lo cual, combinado con la altitud, ayuda a prevenir enfermedades en las vides y reduce la necesidad de tratamientos fitosanitarios. Además, la constante exposición al sol durante el verano asegura una maduración óptima de las uvas, desarrollando niveles adecuados de azúcares y acidez.

El viento es otro factor climático relevante. Los vientos predominantes son frescos y secos, lo que contribuye a mantener un ambiente saludable para las vides, reduciendo la incidencia de plagas y enfermedades. En conjunto, este clima permite que la región produzca vinos frescos, aromáticos y con una acidez bien equilibrada, cualidades apreciadas tanto en los vinos jóvenes como en los envejecidos.

Uvas Características

Esta DO se caracteriza por una rica variedad de uvas que dan lugar a una amplia gama de vinos. A continuación, se describen algunas de las uvas más representativas de la región:

1. Bobal

La Bobal es la uva estrella de la DO y una de las variedades autóctonas más importantes de España. Representa aproximadamente el 70% del viñedo total de la región. Esta variedad se distingue por su gran adaptabilidad a las condiciones climáticas extremas de la zona, su resistencia a las enfermedades y su capacidad para producir vinos de gran calidad.

Los vinos elaborados con Bobal suelen ser tintos de color intenso, con alta concentración de taninos y buena acidez, lo que les confiere un excelente potencial de envejecimiento. Aromáticamente, destacan por sus notas de frutas rojas y negras, como moras y frambuesas, así como toques especiados y herbáceos. También se utiliza para producir rosados frescos y aromáticos, que destacan por su vivacidad y notas frutales.

2. Cencibel (Tempranillo)

La Cencibel, conocida más ampliamente como Tempranillo, es otra de las variedades clave. Esta uva aporta vinos equilibrados, con buena estructura y un perfil aromático en el que predominan las frutas rojas, ciruelas y ligeros matices de vainilla y especias cuando se envejece en barrica.

La Cencibel es valorada por su capacidad para expresar las características del terroir, produciendo vinos elegantes y con una acidez moderada, perfectos tanto para consumo joven como para crianzas.

3. Macabeo

Entre las variedades blancas, la Macabeo es una de las más plantadas. Esta uva se utiliza principalmente para la elaboración de vinos blancos frescos, con buena acidez y notas aromáticas de flores blancas, manzana y cítricos. También se utiliza en la producción de vinos espumosos debido a su capacidad para mantener la frescura y el equilibrio en el producto final.

Además de la Macabeo, otras variedades blancas como la Verdejo y la Sauvignon Blanc están ganando popularidad en la región, aportando diversidad y modernidad a la oferta de vinos blancos.

Marcas Importantes

La DO Manchuela ha ganado reconocimiento por la calidad de sus vinos, y varias bodegas han destacado por su compromiso con la excelencia. A continuación, se presentan algunas de las marcas más representativas de la región:

1. Bodega Iniesta

Propiedad del famoso exfutbolista Andrés Iniesta, la Bodega Iniesta ha jugado un papel crucial en la promoción de la DO a nivel nacional e internacional. Ubicada en Fuentealbilla, la bodega produce una amplia gama de vinos, destacando los elaborados con la variedad Bobal. Entre sus etiquetas más reconocidas se encuentra el «Corazón Loco Tinto», un vino joven que combina la frescura y la fruta característica de la Bobal con la elegancia de la Cencibel.

2. Finca Sandoval

Finca Sandoval es otra bodega de gran prestigio, fundada por el reconocido periodista y crítico de vinos Víctor de la Serna. Esta bodega se ha centrado en la producción de vinos de alta calidad con un enfoque en la sostenibilidad y la mínima intervención. Entre sus vinos más destacados se encuentra el «Finca Sandoval», un tinto complejo y elegante que combina variedades como la Syrah y la Bobal, con una crianza en barricas de roble que aporta profundidad y estructura.

3. Bodega Ponce

Bodega Ponce es otra de las joyas de esta tierra, reconocida por su enfoque en las variedades autóctonas y la producción de vinos de terroir. Esta bodega se ha especializado en la uva Bobal, con la que produce vinos de gran carácter y personalidad. Uno de sus vinos más emblemáticos es el «P.F.» (Pie Franco), elaborado con viñas viejas de Bobal sin injertar, que destaca por su pureza, frescura y una excelente expresión del terroir manchuelano.

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Ánfofas para la conservación del vino

¿Sabías cómo… se pasó del ánfora al barril?

El vino es una de las bebidas más antiguas y fascinantes del mundo, y su conservación ha sido una preocupación constante para las civilizaciones que lo han producido a lo largo de los siglos. Desde las antiguas ánforas utilizadas por los egipcios y romanos hasta los barriles de roble que se usan hoy en día, la evolución de las técnicas de conservación del vino refleja no solo avances tecnológicos, sino también cambios culturales y comerciales.

El Origen de la Conservación del Vino: Las Primeras Técnicas

La historia de la conservación del vino comenzó hace más de 8,000 años en las regiones que hoy conocemos como Georgia y Armenia. En estas primeras etapas, la conservación del vino no era tan sofisticada como la que conocemos hoy. Los métodos utilizados eran rudimentarios y los recipientes variaban de simples agujeros en el suelo recubiertos de arcilla a jarras de cerámica.

Los Primeros Recipientes: Vasijas de Cerámica

Los recipientes de cerámica se usaban ampliamente debido a su disponibilidad y facilidad de producción. Estos primeros contenedores no eran impermeables, pero se sellaban con resinas naturales y cera de abeja para evitar la entrada de oxígeno, lo que ayudaba a preservar el vino. Sin embargo, la falta de control sobre las condiciones de almacenamiento y la exposición al aire provocaban que el vino se oxidara rápidamente, limitando su vida útil.

La introducción de las ánforas y otros recipientes sellados fue un avance crucial. Estas vasijas no solo facilitaban el transporte, sino que también mejoraban la conservación del vino al reducir su exposición al oxígeno.

El Auge de las Ánforas: Egipto, Grecia y Roma

Ánforas: Características y Uso en la Antigüedad

Las ánforas son uno de los recipientes más antiguos utilizados para la conservación del vino. Estas vasijas, generalmente hechas de cerámica, tenían una forma alargada con dos asas y un cuello estrecho, lo que permitía un cierre relativamente hermético. Las ánforas variaban en tamaño, desde pequeñas vasijas que contenían un par de litros hasta grandes contenedores capaces de almacenar varios cientos de litros.

Los antiguos egipcios fueron de los primeros en usar ánforas para almacenar vino, decorándolas con inscripciones que indicaban el año de producción, la región de origen y el nombre del productor. Este etiquetado primitivo ya mostraba un entendimiento básico de la importancia de la procedencia y la añada.

La Importancia de las Ánforas en la Grecia Antigua

En Grecia, las ánforas no solo servían para conservar el vino, sino que también eran un símbolo de comercio y estatus. Los griegos desarrollaron técnicas avanzadas para sellar las ánforas con tapones de corcho o cera, y a menudo cubrían la superficie interior con resina de pino, que no solo actuaba como conservante, sino que también aportaba un sabor distintivo al vino, conocido como «retsina», una tradición que sigue viva en Grecia hoy en día.

El Papel de las Ánforas en el Imperio Romano

Durante el Imperio Romano, el uso de las ánforas alcanzó su punto álgido. Roma no solo adoptó las técnicas griegas, sino que también las perfeccionó, estableciendo estándares para la producción de vino y la fabricación de ánforas. Las ánforas romanas se producían en masa y eran utilizadas para el comercio a gran escala. Los romanos incluso desarrollaron sistemas complejos de transporte marítimo que dependían del uso de estas vasijas para mover vino, aceite de oliva y otros productos esenciales a lo largo del Mediterráneo.

Una de las desventajas de las ánforas, sin embargo, era su fragilidad. Aunque eran excelentes para el almacenamiento y el transporte, podían romperse con facilidad, y el sabor del vino podía verse afectado por el contacto prolongado con la cerámica y la resina. Esta situación impulsó la búsqueda de alternativas más duraderas y menos propensas a afectar el sabor del vino.

La Transición del Ánfora al Barril: Un Cambio Revolucionario

El Origen de los Barriles: Los Celtas y el Uso del Madera

El siguiente gran avance en la conservación del vino llegó con la introducción del barril de madera, un invento atribuido a los celtas, un pueblo del norte de Europa conocido por su habilidad en la carpintería y la fabricación de recipientes de madera. Los celtas ya usaban barriles para almacenar y transportar cerveza, y con el tiempo, este método se adaptó para el vino.

Los barriles, hechos principalmente de roble, ofrecían numerosas ventajas sobre las ánforas. Eran más resistentes, más fáciles de transportar y, lo más importante, permitían que el vino envejeciera y desarrollara complejidad en sabor, algo que no era posible con las ánforas de cerámica.

La Adopción del Barril por los Romanos

Aunque inicialmente desconfiados de este nuevo método, los romanos finalmente adoptaron los barriles celtas debido a sus beneficios prácticos. El roble no solo proporcionaba durabilidad, sino que también contribuía a la conservación del vino gracias a sus propiedades impermeabilizantes y su capacidad para reducir la oxidación del vino de forma más eficaz que la cerámica.

Los barriles de roble comenzaron a sustituir a las ánforas en muchos aspectos de la vinificación romana, especialmente en el almacenamiento y transporte a larga distancia. Sin embargo, la transición no fue inmediata, y durante varios siglos ambos métodos coexistieron. La capacidad de los barriles para ser reparados y reutilizados, así como su capacidad para mejorar el vino a través del contacto con la madera, los convirtió en una herramienta invaluable en la industria del vino.

Ventajas de los Barriles de Roble Sobre las Ánforas

Durabilidad y Facilidad de Transporte

Una de las principales ventajas de los barriles era su durabilidad. A diferencia de las ánforas, que eran frágiles y propensas a romperse, los barriles podían soportar los rigores del transporte terrestre y marítimo. Su forma cilíndrica también los hacía más fáciles de rodar y apilar, lo que simplificaba el manejo durante el transporte.

Capacidad de Envejecimiento

El contacto del vino con la madera de roble durante el almacenamiento introdujo una nueva dimensión en la vinificación: el envejecimiento en barrica. La madera permite una microoxigenación controlada, lo que ayuda a suavizar los taninos del vino y a desarrollar sabores más complejos, como vainilla, especias y tostados, que se integran en el perfil aromático del vino.

Impacto en el Sabor

El roble tiene compuestos naturales como la lignina, la celulosa y los taninos, que pueden transferir sabores sutiles al vino, mejorando su perfil gustativo de una manera que las ánforas no podían. Esta influencia en el sabor y la textura del vino revolucionó la forma en que se percibía y se disfrutaba esta bebida.

Mantenimiento y Reparación

Los barriles de madera podían ser reparados, mientras que las ánforas, una vez dañadas, no tenían arreglo. Esto hacía que los barriles fueran una inversión más duradera y económica a largo plazo.

La Evolución de los Barriles a lo Largo de los Siglos

Aunque el uso de barriles para la conservación y transporte del vino se mantuvo constante durante siglos, las técnicas de fabricación y los tipos de roble utilizados evolucionaron con el tiempo, adaptándose a las necesidades y gustos cambiantes del mercado del vino.

Los Barriles en la Edad Media

Durante la Edad Media, los monasterios europeos jugaron un papel crucial en la producción y conservación del vino. Los monjes perfeccionaron las técnicas de vinificación y contribuyeron al desarrollo de barriles de mayor calidad. El roble francés se convirtió en el estándar debido a su grano fino y a las características aromáticas que aportaba al vino.

Expansión del Uso de Barriles en la Época Moderna

Con el descubrimiento del Nuevo Mundo y la expansión del comercio global, los barriles se convirtieron en la forma predominante de almacenar y transportar vino en Europa y más allá. Países como España y Portugal también comenzaron a desarrollar sus propias tradiciones de barricas, utilizando robles locales que añadían matices únicos a sus vinos.

Los Barriles en la Actualidad

Hoy en día, los barriles siguen siendo un elemento fundamental en la vinificación. Aunque existen alternativas modernas, como los tanques de acero inoxidable y los recipientes de cemento, los barriles de roble siguen siendo valorados por la complejidad que añaden al vino. Los enólogos ahora tienen un mayor control sobre la elección de la madera, el nivel de tostado del barril y el tiempo que el vino pasa en contacto con la madera, lo que permite una personalización sin precedentes en la elaboración de vinos.

La Resiliencia de las Ánforas en la Vinificación Moderna

Aunque los barriles de roble superaron a las ánforas en términos de popularidad y funcionalidad, las ánforas no han desaparecido por completo. En la vinificación moderna, hay una tendencia creciente hacia métodos tradicionales y naturales, lo que ha llevado a algunos productores a reintroducir las ánforas en sus bodegas.

El Renacimiento de las Ánforas: Vinos Ancestrales y Naturales

Bodegas de todo el mundo, desde Italia hasta Georgia y España, están redescubriendo el valor de las ánforas. Estos recipientes ofrecen una microoxigenación similar a la del roble pero sin la influencia de los taninos de la madera, lo que permite que los vinos expresen de manera más pura las características de la uva y el terroir.

Las ánforas modernas a menudo están recubiertas con una fina capa de cera o resina natural, lo que les proporciona propiedades impermeabilizantes sin alterar el perfil aromático del vino. Esta técnica se considera ideal para la elaboración de vinos naturales, donde la intervención del enólogo es mínima y se busca resaltar la pureza del vino.

7. Conclusión: Un Viaje de Innovación y Tradición

La evolución de las técnicas de conservación del vino, desde las primitivas vasijas de cerámica hasta las sofisticadas barricas de roble, es un reflejo del ingenio humano y de la búsqueda constante de la perfección en el arte de la vinificación. Cada recipiente, desde el ánfora hasta el barril, ha desempeñado un papel crucial en la historia del vino, aportando no solo métodos de conservación sino también influencias únicas en el carácter y sabor del vino.

Hoy, enólogos y amantes del vino celebran tanto la innovación como la tradición, utilizando barriles y ánforas para explorar nuevos horizontes en el mundo del vino. Esta combinación de pasado y presente no solo enriquece la experiencia del vino, sino que también asegura que esta bebida ancestral siga evolucionando y encantando a futuras generaciones.

Bibliografía

  • McGovern, P. E. (2003). Ancient Wine: The Search for the Origins of Viniculture. Princeton University Press.
  • Robinson, J. (2006). The Oxford Companion to Wine. Oxford University Press.
  • Tannahill, R. (1973). Food in History. Stein and Day Publishers.

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El Hierro no es sólo turismo

Mapa de situación de la D.O.HierroLa D.O. Hierro es una de las regiones vinícolas más pequeñas y menos conocidas de España, pero sus vinos tienen un carácter único que refleja la belleza y singularidad de la isla homónima, ubicada en el extremo occidental del archipiélago canario. Esta DO se estableció oficialmente en 1994 y, desde entonces, ha trabajado en la promoción y protección de los vinos elaborados en la isla, garantizando la autenticidad y calidad de su producción.

Tierra

El Hierro es una isla de origen volcánico, y su suelo se compone principalmente de cenizas volcánicas, basaltos y materiales piroclásticos. Estos suelos son extremadamente porosos, lo que permite un buen drenaje del agua, evitando así el encharcamiento de las raíces de las vides. Esta característica es fundamental para el cultivo de la vid en una región que tiene un clima seco y caluroso.

La riqueza mineral de los suelos volcánicos aporta una complejidad y mineralidad distintiva a los vinos de El Hierro. Además, la composición de la tierra facilita una alta retención de calor, lo que ayuda a madurar las uvas de manera uniforme y completa, especialmente en una isla donde la variabilidad climática puede ser significativa debido a su topografía accidentada.

La topografía de la isla presenta numerosas terrazas y bancales, estructuras tradicionales que ayudan a los viticultores a manejar la erosión del suelo y maximizar la exposición al sol. Esta disposición también favorece una mayor aireación, lo cual es crucial para mantener la salud de las vides en un ambiente insular propenso a vientos y nieblas.

Clima

El clima es marcadamente oceánico subtropical, con influencias importantes del mar y los vientos alisios, que aportan frescura y humedad a la isla. Las temperaturas son moderadas, con una media anual de aproximadamente 20°C, y la oscilación térmica entre el día y la noche es relativamente baja. Las precipitaciones son escasas y se concentran en los meses de invierno, mientras que los veranos son secos y soleados.

Los vientos alisios juegan un papel fundamental en el desarrollo de los viñedos, ya que aportan una capa de nubes bajas que cubren la isla durante las mañanas, protegiendo las uvas de la intensa radiación solar y reduciendo la necesidad de riego. Esta humedad ambiental también ayuda a mitigar el estrés hídrico en las plantas durante los periodos más secos.

En las zonas más elevadas de la isla, donde se encuentran algunos de los viñedos más antiguos, las condiciones climáticas pueden variar significativamente, con temperaturas más frescas y una mayor exposición a los vientos. Estas condiciones aportan un carácter único a los vinos de estas áreas, ya que las uvas maduran lentamente, desarrollando una acidez más pronunciada y perfiles aromáticos más complejos.

Uvas Características

Se cultivan tanto variedades de uvas autóctonas como foráneas, aunque son las autóctonas las que confieren a los vinos su carácter distintivo. Las principales variedades de uvas que se encuentran en la DO El Hierro son:

  1. Listán Blanco: Es la variedad de uva blanca más cultivada en la isla y una de las más representativas de los vinos canarios. Produce vinos frescos, con una acidez equilibrada y notas de frutas tropicales, flores blancas y sutiles matices minerales. La Listán Blanco se adapta bien a las condiciones climáticas de El Hierro y es capaz de expresar la mineralidad de los suelos volcánicos.
  2. Verijadiego: También conocida como «Diego» o «Vijariego», es una variedad blanca autóctona que destaca por su resistencia a las condiciones secas y su capacidad para mantener una buena acidez en climas cálidos. Los vinos de Verijadiego suelen tener notas cítricas, herbales y de frutos secos, con una textura elegante y persistente.
  3. Baboso Negro: Esta es una de las variedades tintas más apreciadas en la isla. Produce vinos de gran intensidad de color, taninos firmes y un perfil aromático que incluye frutas negras, especias y un distintivo toque mineral. Es una uva que requiere mucha atención en el viñedo, pero su potencial para producir vinos de calidad es alto.
  4. Listán Negro: Otra variedad tinta importante en El Hierro, conocida por su capacidad para adaptarse a suelos volcánicos. Los vinos de Listán Negro son generalmente ligeros, con buena acidez y notas de frutas rojas, especias y un toque ahumado característico.

Marcas Importantes

  1. Bodega Viña Frontera: Es una de las bodegas más representativas de la DO El Hierro. Fundada como una cooperativa en 1986, Viña Frontera ha sido fundamental en la revitalización de la viticultura en la isla. Produce una amplia gama de vinos blancos, tintos y rosados, con especial atención a las variedades autóctonas como Listán Blanco y Baboso Negro. Sus vinos se caracterizan por ser frescos, con una buena acidez y una notable expresión del terroir herreño.
  2. Bodega Elysar: Esta bodega de carácter familiar se ha destacado por su compromiso con la calidad y la tradición vinícola de la isla. Utiliza métodos de cultivo sostenibles y técnicas de vinificación que respetan el carácter natural de las uvas. Los vinos de Elysar son conocidos por su complejidad y mineralidad, especialmente los elaborados con Listán Blanco y Baboso Negro.
  3. Bodega Piedra Jurada: Conocida por sus vinos innovadores y de edición limitada, Piedra Jurada combina técnicas modernas de vinificación con un profundo respeto por las variedades tradicionales de El Hierro. Sus vinos son expresivos, con una marcada influencia del suelo volcánico, lo que les confiere una personalidad única. Destacan especialmente sus vinos tintos de Baboso Negro y sus blancos de Verijadiego.

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